Cuando una Pyme se plantea en su salida al exterior, una vez constractadas sus ventajas competitivas, debe reflexionar profundamente sobre los medios con que cuenta para aplicarlos. El ¨cómo" y el "dónde" se convierten, en un proceso importante para tomar la decisión correcta que abra para ella un horizonte para sus posibilidades de éxito.
Y, salvo que existe ya una respuesta previa a otra de las cuestiones a plantear " con quién" , que nos plantea un dilema, no tendremos más remdio que hacer uso de los medios que tengamos a nuestro alcance que puedan ayudarnos a abriri las puertas de otros mercados para nuestros productos o servicios.
Revisando estudios publicados sobre los factores denerales que influyen en la internacionalización, se observa que la lengua es uno de los principales flujos de comercio y las inversiones directas de capitales internacionales. No es el único, pero sí uno de los más importantes: la comunicación nos aporta confianza.
La consideración de las distintas teorías
gravitatorias y de las distancias, a los efectos de la fluidez de las
transacciones internacionales de productos y capitales, nos llevan
a concluir tres de ellas fundamentales: la geográfica, la administrativa, la
económica y la cultural. (Pankaj Ghemamawat, Edward E. Leamer, James Levinsohn,
entre otros). Y, asumida la importancia de la distancia geográfica y
comprendiendo, al mismo tiempo, que la administrativa tiene que ir disminuyendo
naturalmente mediante la paulatina globalización del modus operandi de las
Administraciones, las distancias económica y la cultural son las que
atraerían especialmente nuestra atención.
Sobre la primera, en el terreno económico,
los flujos de ida y vuelta de mercancías y capitales se aceleran cuando
los niveles de las economías de los países/mercados son elevados, similares y
complementarios, y se ralentizan cuando existen diferencias sensibles.
Tal evidencia queda reflejada en los intercambios de los países anglosajones
que detentan los niveles económicos individuales más elevados.
Y, por cuanto se refiere a la distancia
cultural, sustentada en el lenguaje, y aplicado al caso específico de nuestra
Lengua, el español es ya el idioma común para más de 495 millones
de personas en el mundo, que representan, en su conjunto y en función de su
capacidad de compra real, el 9% del PIB mundial. Pero, adicionalmente,
constituye – como todas las lenguas en su uso común – un aliciente
extraordinario de carácter psicológico para el acercamiento y atracción entre
quienes invierten capital y quienes reciben la inversión.
A partir de ello, la cuestión sería evaluar
el grado de influencia que presuponen tales factores, que determinan el
poder del Español como fuerza motriz de las relaciones económicas entre
hispanoparlantes. Para ello, cabría establecer una comparación con
similar cuestión en relación con la lengua utilizada internacionalmente en el
mundo de los negocios: el idioma Ingles. Y, de acuerdo con estudios llevados a
cabo por investigadores especializados, (Juan Carlos Jiménez y Aránzazu
Narbona, entre otros), en el capítulo de las operaciones comerciales, nuestra
Lengua supone un factor de multiplicación de flujos comerciales superior,
incluso, al existente entre anglosajones en tanto en cuanto entran en
acción los factores institucionales correspondientes. También según esos
estudios, ese efecto de atracción y la diferencia con respecto al idioma
inglés son aún mayores cuando se contrastan los resultados de las
inversiones directas de capital.
La constatación de tales análisis, por la
vía de los hechos, la tenemos en el inmenso volumen de inversiones realizadas
por las españolas en Iberoamérica a lo largo de los años 90, que hubiera sido
imposible sin la existencia de nuestra lengua común, además de los lazos
interpersonales, históricos y culturales.
Adicionalmente, hemos de considerar que el
uso del idioma español en el mundo va creciendo con un ritmo
espléndido. Según los datos del Anuario 2012 del Instituto Cervantes,
http://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_12/
el Español es la segunda lengua del mundo
por número de hablantes y el segundo idioma de comunicación internacional.
El crecimiento de su uso es todavía mucho mayor en el mundo digital donde a principios de año era ya la tercera lengua de Internet – incluso la segunda en Twitter – donde ha experimentado un crecimiento espectacular del 800% en los últimos 10 años…
El crecimiento de su uso es todavía mucho mayor en el mundo digital donde a principios de año era ya la tercera lengua de Internet – incluso la segunda en Twitter – donde ha experimentado un crecimiento espectacular del 800% en los últimos 10 años…
Las perspectivas, por tanto, resultan
demoledoras e incuestionables en cuanto a la enorme capacidad de nuestro idioma
para potenciar los negocios internacionales en español. Pero su
efectividad va a depender de la actitud pública y privada para conseguir que su
efecto positivo se extienda de forma real y efectiva al conjunto de los países
de lengua hispana, por un lado, y para lograr un nivel de progreso económico,
cultural e institucional –fundamentalmente educativo, técnico y
empresarial – por añadidura.
Estamos, por tanto, ante una oportunidad extraordinaria
para conducir la prosperidad de todos los países de habla hispana que deberían
ser conscientes de ello. Se trata de una labor común de la que nuestras Pymes
pueden y deben ser protagonistas y beneficiarias. En tan ilusionante labor
estamos personalmente inmersos colocando, día a día, nuestro granito de arena
sin que nos arredre la inmensidad del desierto. Y en ese empeño animamos a
participar a cuantos, de esos casi 500 millones de personas, están ejerciendo
la acción empresarial.
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